MiAMBIENTE mapeará cuántas y dónde se ubican las especies de bambú que hay en Panamá

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El bambú actúa como un depósito al recolectar y almacenar grandes cantidades de agua en sus rizomas y tallos durante la temporada de lluvias, y devolver el agua al suelo, ríos y quebradas durante las sequías. Una hectárea de bambú Guadua puede almacenar aproximadamente 30.000 litros de agua.

En tiempos en donde se agrava la sequía, es vital establecer acciones que permitan conocer la cantidad y tipos de recursos naturales que pueden ser de gran funcionalidad de reservorios de agua; en este caso, el Ministerio de Ambiente lidera un levantamiento de imágenes con equipos de RPA y cámara multiespectral para elaborar un mapa que identificará las diferentes especies de bambú que existe a nivel nacional.

Esto se hará a través la generación de una firma espectral que es una característica individual de cada una de las coberturas que se encuentran en la tierra y es obtenida a través de imágenes de satélites o RPA con cámaras multiespectrales.
Esta jornada fue desarrollada por la Dirección de Información Ambiental, a través del departamento de Teledetección, colaborando con la Dirección Forestal.

Los técnicos se dirigieron al área de Luisa en Llano Grande de la Pintada, Coclé y observaron una plantación de bambú de la especie Guadua angustifolia.

Durante el recorrido se pudo evidenciar que el tramo del río Luisa, en la comunidad del mismo nombre, está rodeado de un bosque de galería, compuesto en su mayoría por la especie de bambú; esto ha permitido que el agua se conserve y este en buen estado, teniendo en cuenta que a 5 meses de sequía existen a nacional, áreas con bajos niveles de agua.

Es aquí donde queda validado, una vez más, el uso de bambú para la protección de fuentes hídricas, por ende, “la conservación de los suelos”, destacó el ingeniero forestal Arcenio González., quien ha participado de la validación de otros proyectos de conservación de fuentes hídricas utilizando el bambú.

 

 

Beneficios ambientales
El bambú, por ser una planta perenne de crecimiento rápido, en comparación con otras especies forestales, presenta altas tasas de captura de carbono. Asimismo, se adapta a cualquier tipo de suelo y a diferentes condiciones climáticas, lo que permite que pueda controlar de manera eficiente la erosión del suelo, actuar como cortinas rompe vientos, en la regulación hídrica y como defensa ribereña.

Adicionalmente, retiene agua tanto en el rizoma como en el tallo regulando el ciclo del agua y la pérdida por escorrentía.

Según el “Manual de manejo Integral del bambú (Guadua angustifolia Kunth) Experiencias en la región Amazonas”, el bambú sirve, además, como hábitat de flora y fauna silvestre para especies de aves, roedores, reptiles e insectos. La biomasa que genera forma una capa que sirve de cobertura al suelo, contribuyendo a enriquecer su estructura y textura, y protegiéndolo de la erosión.

El Bambú forma una especie de muro que reduce la sedimentación por el efecto que tiene su complejo sistema de raíces que amarra fuertemente el suelo y favorece la capacidad de infiltración y retención en la zona de captación donde se forman los primeros escurrimientos, esto, contribuye en el almacenamiento de agua.

Con relación al mismo tema en otras informaciones consultadas con la Red internacional de bambú (INBAR) para el especialista brasileño en manejo de bambú, Víctor Marsal , la sombra que produce la densa cubierta forestal del bambú obstruye el paso directo del impacto de las lluvias que se dirigen hacia el suelo reduciendo así la evaporación de estos por lo que se mantiene la humedad y permanencia del caudal en los ríos.

 

Agregó que el uso de esta especie en actividades de restauración de fuentes hídricas se hace fácil para el establecimiento por su rápido crecimiento y de igual forma va incorporando materia orgánica y mejorando la temperatura de las áreas recuperadas.

 

“Por tal razón es prudente hacer docencia a la población y tenga conocimiento sobre el uso potencial que tiene el bambú en la conservación del agua y los suelos de los entornos ambientales, como también los impactos económicos cuando son utilizados como materia prima para la construcción de viviendas, ebanistería entre algunos por mencionar”, manifestó ingeniero Arcenio González.

 

La actividad de monitoreo, que se está llevando a cabo, por parte de la Dirección de Información Ambiental, se enfoca en ubicar especies de bambú a nivel nacional de acuerdo a lo informado por la Dirección Forestal y con equipos de RPA y una cámara multiespectral para tomar fotografías de toda cobertura y generar un mosaico de estas imágenes.

 

Nivardo Ibarra, de la Dirección de Información Ambiental, expresó que con esto se busca extraer la huella digital de cobertura, para luego realizar los análisis con imágenes de satélites y determinar en qué parte del territorio nacional existen este tipo de coberturas; una vez concluyamos este proceso podremos generar el primer mapa a nivel nacional de “Bambú”.

 

Este ejercicio contó con la participación de técnicos de MiAMBIENTE y la colaboración activa de estudiantes que realizan su práctica profesional de la carrera de Ingeniería en Manejo de Cuencas de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Panamá, quienes conocieron y evidenciaron las potencialidades de uso del bambú y su importancia, ratificaron en sus propias opiniones de lo visto en campo como puede ser utilizados en la protección de las fuentes hídricas y ecosistemas asociados.

 

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