Veedurías Forestales: el ojo ciudadano vela por el patrimonio forestal del Estado

image_pdfimage_print

Any Caballero es una futura bióloga que cursa el cuarto año de esta carrera en la Universidad de Panamá, cuya visión de la situación de los aprovechamientos forestales en Darién cambió radicalmente luego de haber sido seleccionada para participar en la versión 2021 de las Veedurías Forestales.

 

Esta iniciativa que lidera el Ministerio de Ambiente e instaurada internacionalmente por el World Wildlife Fund (WWF) y financiada por el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) constituye en una valiosa herramienta para el monitoreo y auditoria, por parte de la sociedad civil a través de ONGs, grupos comunitarios y/o ciudadanos voluntarios, del cumplimiento de los planes de manejo y la aplicación de la normativa en las áreas de aprovechamiento forestal que otorga el Estado.

 

Este año esa misión estuvo a cargo de 8 jóvenes, y Any fue una de ellas, quienes realizaron del 22 al 29 de marzo el audito en campo de 6 permisos de tala; que consistían en 5 certificados de tala y un permiso comunitario en la comunidades de Santa Fe, Agua Buena, Bajo Bonito, Vallerrico, Mortí, Chatí y Yaviza.

 

Estos jóvenes pasaron por un proceso de capacitación sobre legislación y gobernanza en temas forestales, uso de tecnología, gestión del territorio y manejo de explotaciones madereras. Las capacitaciones fueron impartidas por representantes del PPD, funcionarios de las Direcciones Nacionales de Cultura Ambiental, Forestal y la Oficina de Cooperación Internacional de MíAMBIENTE, junto a la Fundación Arvita, aliado estratégico.

 

Luego de pasar por ese ciclo de formación los veedores estuvieron en condiciones de verificar la realidad en el campo, a través de la observación y la realización de entrevistas a los productores.

 

Ante la actual situación de pandemia, la cantidad de veedores se redujo este año, si se toma en cuenta que en 2019 fueron elegidos 26 de 49 aplicaciones, mientras que en 2020 los veedores seleccionados fueron 22 de 93 aplicaciones.

 

De acuerdo con los representantes del Programa de Pequeñas Donaciones la metodología usada asegura que todo el proceso se haga de manera transparente, especialmente en la selección de los participantes que deben ser miembros voluntarios de la sociedad civil, ser mayores de 18 años en buen estado de salud, que no posean nexo con la región donde se realizan las veedurías y sin ningún interés sobre las mismas.

 

Otro aspecto que se toma muy enserio al momento de hacer la selección, es la equidad de género, por ello este año de los 8 seleccionados, 3 eran mujeres y 5 eran hombres provenientes de Darién (2), Panamá Este (2) y 4 capitalinos.

 

Como resultado final, el equipo de Veedores entrega un informe de las inconsistencias y hallazgos, que de acuerdo con el ingeniero Víctor Cadavid, Director Nacional de Forestal de MiAMBIENTE, ayudan de manera importante a identificar las faltas que puedan tener estos permisos para hacer un monitoreo más efectivo de lo que es el patrimonio forestal del Estado.

 

Una tarea transformadora

Para Any el trabajo de esos 7 días cambió en ella esa idea fija que comparten muchos panameños y que les impide entender que las tucas que vemos en los camiones que transitan en las carreteras deben pasar por un largo proceso de 3 o 5 años atrás, en el que se lleva un control a través de un sistema de trazabilidad.

 

“Como ciudadano, al escuchar el término de tala de madera, nos imaginamos un bosque totalmente deforestado con árboles cortados, pero cuando ves cómo es el sistema tu mente se amplía, entiendes que no toda la madera que sale del Darién es ilegal, eso es algo mínimo”, dijo Caballero.

 

 

 

Vuelve al inicio