Presentan herramientas para combatir los delitos ambientales, sobre el tráfico de flora y fauna en Panamá

image_pdfimage_print

 

Un catálogo de especies de fauna y flora protegidas más traficada en Panamá, fue presentado por el Ministerio del Ambiente de Panamá, junto al Programa EL PAcCTO de la Unión Europea, y el Equipo Multidisciplinario Especializado (EME- AMBIENTAL), como una herramienta para combatir los crímenes ambientales, especialmente el trasiego de flora y fauna en el país.

El catálogo que incluye fotografías y datos técnicos que permitirán la identificación de las especies más traficadas, será compartido con autoridades competentes en seguridad, fronteras y aduanas en el país: Policía Nacional, Servicio Nacional de Fronteras y Aduanas.

El ministro de ambiente, Milciades Concepción, dijo que la presentación de estas herramientas, buscan fortalecer al trabajo que lleva a cabo la entidad junto al EME-AMBIENTAL para perseguir los delitos ambientales y dar con la red criminal transfronteriza que trafica especies de flora y fauna desde Panamá.

El titular de Ambiente, también añadió que desde hace tres años el Ministerio, conjuntamente con los organismos de seguridad del Estado ha venido trabajando coordinadamente para seguir protegiendo los recursos naturales, y la biodiversidad con la que cuenta el país.

Según datos del Ministerio de Ambiente, entre las especies amenazadas y que son rescatadas con más frecuencia están: el ocelote/manigordo (Leopardus pardalis), Jaguarundi (Puma yagouaroundi), venado colablanca (Odocoileus virginianus), mono aullador (Alouatta palliata), mono araña negra (Ateles fusciceps), babillo (Caiman crocodilus), guacamayas y loros.

Durante el evento también se llevó a cabo la presentación de la Guía de Funcionamiento del EME-AMBIENTAL de Panamá, que junto a MiAMBIENTE ha detectado varias organizaciones dedicadas a la tala y tráfico ilegal de especies en el país.

Desde sus inicios el EME- AMBIENTAL de Panamá se ha centrado en los delitos con mayor incidencia criminal en el país, entre ellas se encuentran la deforestación y tráfico de madera; tráfico de fauna silvestre, cacería y minería.

Además, transversalmente se ha puesto un foco particular en la lucha contra la corrupción de funcionarios públicos y el fraude documental (necesario para el tráfico de madera – el cocobolo – y la fauna catalogada en el Apéndice I de la Convención CITES).

En tanto Chris Leo Clark Hoornaert, embajador de la Unión Europea en Panamá, mencionó que hace un año se ha venido colaborando con las autoridades de seguridad de Panamá, para crear el EME- AMBIENTAL en delitos ambientales, con el objetivo de reforzar la cooperación en atacar el tráfico ilegal de especies, además de concientizar a la población sobre la importancia de conservar la biodiversidad nacional.

El Embajador de la Unión Europea en Panamá, además mencionó que es la primera vez que en América Latina que se crea un equipo multidisciplinario de seguridad ambiental para hacerle frente a los delitos ambientales en el país.

Estas dos herramientas presentadas  buscan alcanzar:

  • Fortalecimiento de los procesos de investigaciones de las unidades de especializadas de los cuerpos y fuerzas de seguridad y armonización de procedimientos y técnicas de tratamiento policial y judicial entre los países de América Latina.
  • Apoyo al desarrollo y consolidación de un mecanismo de coordinación e intercambio de información entre fuerzas y cuerpos de seguridad latinoamericanos.
  • Fortalecer la coordinación entre la Policía, la Fiscalía y el Ministerio de Ambiente en investigaciones de delitos medioambientales.
  • Institucionalización formal de mecanismos de trabajo conjunto entre los entes responsables de los delitos medioambientales.
  • Prevenir la comisión de delitos ambientales y fortalecer la cooperación entre entes de seguridad y aduanas.
  • Desarrollo de operaciones conjuntas entre América Latina y Estados Miembros de la UE en colaboración con EUROPOL.

La deforestación, sumado a la creciente caza y comercio ilícito de vida silvestre, han dado lugar a una pérdida aún más rápida y acentuada de la fauna y flora del país, puesto que los hábitats naturales y los ecosistemas de las especies terminan desapareciendo.

A nivel global un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción y mientras tanto se estima que la demanda de productos derivados de la vida silvestre genera hasta 23 mil millones de dólares anuales.

La Interpol y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) estiman que anualmente el comercio internacional de vida silvestre y otras tipologías de delitos ambientales se eleva a más 110 mil millones de dólares anuales, siendo este tráfico considerado como el tercer tipo de negocio ilícito más importante del mundo, después del narcotráfico y el tráfico de armas.

El comercio ilícito de vida silvestre es un fenómeno transfronterizo que afecta al conjunto de países del mundo en su reglamentación, persecución penal y administrativa que requiere de la cooperación entre países y dada la importancia de fortalecer el conocimiento de la vida silvestre entre las distintas autoridades encargadas de controlar, fiscalizar y prevenir el comercio ilícito de vida silvestre, se consideró primordial tener un documento específico de fácil acceso donde consten aquellas especies de vida silvestre mayormente traficadas.

Durante la publicación de estas herramientas para combatir los delitos ambientales se contó, con la participación de Ruth Morcillo, fiscal superior del Ministerio Público; Fátima Sánchez, fiscal ambiental; Eduardo Huertas, subcomisionado de la Policía Ambiental, Rural y Turística; Javier Barrios, director encargado de Cooperación Internacional del Ministerio de Seguridad; y Víctor Cucalón, gerente ejecutivo del BIOMUSEO de Panamá.

Más información:

https://bit.ly/3MyS4Sp

https://bit.ly/39zvMRW

Vuelve al inicio