Panamá iniciará proceso para detectar sus tierras degradadas y secas

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La sequía tiene incidencia directa en la seguridad alimentaria del país, genera migraciones y trastoca todo el sistema social, económico y ambiental de las poblaciones, aseguró Karima Lince, directora encargada de Seguridad Hídrica del Ministerio de Ambiente, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de Lucha Contra la desertificación este  17 de junio.

“En esta fecha creamos conciencia sobre cómo se debe manejar de manera preventiva y no reactiva el tema de la sequía y la degradación de la tierra”, dijo Lince, explicando que históricamente en Panamá se han señalado puntos específicos como el Arco Seco, que comprende las provincias centrales, y otras áreas como la comarca Ngäbe y Buglé,  tierras  en las que debemos revisar sus sistemas productivos y determinar qué se requiere para su reversión.

En ese sentido, explicó que el Ministerio de Ambiente,  con apoyo internacional,  iniciará el proceso para elaborar un diagnóstico actualizado de las zonas más comprometidas  y vulnerables, con lo que se podrán tomar decisiones de cómo, cuándo y por qué  invertir  los recursos del Estado  para mitigar el efecto de la degradación y la sequía, a causa de malas prácticas agrícolas o por la variabilidad climática presente en todo el  país.

El sector agropecuario es el más impactado con la sequía, por lo que Lince manifestó que el Ministerio de Ambiente junto a la FAO y en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario,  iniciará un proyecto de buenas prácticas para el manejo sostenible de la tierra,  con la implementación de sistemas agroforestales, silvopastoriles y cosecha de agua.

Agregó además, que parte de la estrategia del país para hacer frente a la degradación de la tierra implica la puesta en marcha del Plan Nacional Contra la  Sequía,  que entró en vigencia el 18 de junio de 2021  y que fue creado con el  apoyo financiero del Mecanismo Mundial de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).

Este plan, junto al Plan Nacional de Seguridad Hídrica,  tienen el objetivo de promover un cambio de enfoque en la manera que se gestiona la sequía,  dinamizando  la economía a través de empleos verdes, que surgirán a partir del manejo y uso racional del recurso agua en actividades de conservación y restauración.

Por otro lado la ingeniera Lince aseguró  que MiAMBIENTE, en coordinación con la FAO como agencia técnica de Naciones Unidas,  CATHALAC y Fundación NATURA inició este año el Proyecto Manejo Sostenible de la Tierra y Restauración de Paisajes productivos en cuencas hidrográficas,  para la implementación de las metas nacionales de Neutralidad de la Degradación de la Tierra (NDT) en Panamá.

Esta iniciativa fortalecerá el manejo sostenible de los recursos naturales,  focalizando  los esfuerzos e inversiones en el tema de la degradación de la tierra y sequía, vinculado directamente con el Plan Nacional de Seguridad Hídrica y el Programa Nacional de Restauración Forestal, con el objetivo de generar acciones necesarias para el manejo sostenible del suelo en áreas de pastizales y cultivos agrícolas en las cuencas hidrográficas de los ríos Santa María, La Villa y Chiriquí Viejo.

Datos globales de la sequía

  • El 99 por ciento de las calorías que todo ser humano necesita para una vida saludable, provienen de la tierra.
  • La tierra saludable y resiliente, es el primer punto de defensa contra desastres como sequías e inundaciones repentinas, que son cada vez más frecuentes, prolongadas y severas.
  • La pérdida de más y más tierra productiva, está creando una competencia creciente para satisfacer la demanda de bienes y servicios para todos, y de los servicios ecosistémicos que sustentan la vida.
  • Las próximas décadas serán las más críticas en la restauración de la tierra para un futuro sostenible.
  • El problema ha sido producido por el ser humano, lo que significa que también somos parte de la solución, a través de un manejo sostenible de nuestras tierras.
  • La degradación de la tierra, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, están íntimamente relacionados y afectan cada vez más el bienestar humano. Abordar estos problemas juntos es clave para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  • Una década de degradación de la tierra puede generar daños irreversibles, pero una década de restauración de la tierra puede generar múltiples beneficios, debemos siempre planificar y actuar de manera proactiva, no reactiva.

 

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