La fase de preparación de REDD+ en Panamá entra en su recta final

¿Qué es? 

REDD+ es un mecanismo voluntario dirigido a los países en desarrollo para captar recursos financieros producto de la gestión realizada en el contexto de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques, considerando la conservación y el aumento de las reservas forestales de carbono y el manejo forestal sostenible, como aspectos adicionales.  

El mecanismo REDD+, está constituido por tres fases fundamentales para su desarrollo. La Fase 1 de preparación, donde los países diseñan estrategias nacionales y planes de acción con los actores relevantes, desarrollan capacidades para la implementación de REDD+, trabajan en políticas y medidas para la implementación de REDD+ y el diseño de actividades demostrativas. 

La Fase 2 de implementación, donde se ejecuta y se ponen a prueba las estrategias nacionales, políticas y planes de acción propuestos en la fase 1 de implementación. Esta proceso puede incluir actividades demostrativas basadas en resultados y requiere la formación de capacidad adicional, así como el desarrollo y la transferencia de tecnología. 

Y, finalmente, la Fase 3 de las acciones basadas en resultados, donde las actividades de REDD+ se realizan a nivel nacional y sus resultados son medidos, notificados y verificados en su totalidad. 

Asimismo, existen cuatro pilares que el país debe cumplir ante la CMNUCC para participar en el mecanismo REDD+​. En Panamá, estos pilares son: la Estrategia Nacional REDD+​ (ENREDD+), el Sistema Nacional de Monitoreo de Bosque (SNMB), los Niveles de Referencia de Emisiones Forestales​ (NRF) y el Sistema de Información de Salvaguardas (SIS). 

REDD+ puede ser implementado por medio actividades principales que mejoran la gobernanza forestal a nivel nacional, y estas son estas: la reducción de emisiones procedente de deforestación, reducción de emisiones procedente de la degradación forestal, la conservación de los bosques, el aumento de la cobertura forestal y la gestión sostenible de los bosques. 

 

Marco de referencia 

 

Desde 2011, la República de Panamá, bajo el liderazgo del MiAMBIENTE, ha logrado importantes avances, dando inicio con la identificación de representantes del sector campesinos, afrodescendientes, pueblos indígenas, organizaciones públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales, la comunidad académica, el sector privado, profesionales y técnicos, que por medio de un proceso participativo aportarían al desarrollo de los productos de esta etapa.

 

Todo este camino ha sido recorrido gracias al apoyo del Programa ONU-REDD, el Fondo Cooperativo del Carbono de los Bosques (FCPF por su sigla en inglés) del Banco Mundial y la FAO, comenta la Dra Ligia Castro de Doens, directora de Cambio Climático.

 

En el 2013, se reformula el enfoque para fortalecer aún más esta participación, creándose herramientas de comunicación adicionales como el Canal de Transparencia, el desarrollo de un Plan de Participación Pública (PPP) cuya característica más innovadora fue el uso de la metodología conocida como “escucha activa” para el involucramiento de actores.

 

Esta metodología surgió como una respuesta para apoyar la transición de un periodo caracterizado por el conflicto hacia el diálogo; para lo cual, se realizaron reuniones de expertos con representantes de los Pueblos indígenas, con los afrodescendientes, con los campesinos, con entidades públicas, academia, ong y empresa privada, explica Víctor Cadavid, Director Forestal del Ministerio de Ambiente.

 

Se adelantó el proceso participativo requerido para llevar el análisis de los riesgos ambientales y sociales de la ENREDD. Este análisis legal de las salvaguardas de REDD+ mostró que Panamá tiene un marco legal y político sólido y coherente, información sobre el abordaje de las salvaguardas y consideraciones para consolidar y fortalecer aportes para asegurar el respeto de las salvaguardas.

De esta forma, avanza la primera versión borrador de la ENREDD+ Panamá que fue presentada y realimentada, mediante cuatro talleres regionales en donde participaron 154 personas, incluyendo los integrantes de la Comisión Técnica Indígena. El proceso de consulta y participación de los actores clave de REDD+ se desarrolló de manera continua.

Entre junio de 2017 y junio de 2018 se llevaron a cabo más de 50 talleres a nivel nacional, regional y local; que contaron con la participación de 1,152 personas de los cuales 503 fueron mujeres (44%) y 649 hombres (56%). También se elaboró la propuesta de las 11 Autoridades Tradicionales Indígenas de Congresos y Consejos de Comarcas y Territorios, con base a 12 puntos REDD+ para la Preparación de la ENREDD+.

Durante esta etapa, también se realizó el Inventario Forestal Nacional y de Carbono (INFC) para determinar los factores de emisión para el carbono forestal nacional y se implementó una herramienta nacional llamada “Mapatón” para determinar los datos de actividad que fueron base para la elaboración del nivel de referencia forestal para REDD+ presentados ante la CMNUCC.  

La elaboración del Sistema de Monitoreo Forestal​ y posteriormente de la propuesta para el Sistema de Medición, Reporte y Verificación (MRV), la propuesta del SIS para REDD+ en Panamá y la elaboración del Primer Resumen de Información de Salvaguardas para REDD+ 2022. Todo este proceso y generación de documentos dan cumplimiento a los compromisos de país ante la CMNUCC.

El lanzamiento de la ENREDD+ de Panamá está previsto para realizarse el próximo 24 de octubre en la Ciudad de panamá. El evento se realiza a través del proyecto “Preparación de marcos estratégicos y financiamiento climático para reducir la deforestación y la degradación de los bosques, y guiar la inversión del Fondo Verde para el Clima en Panamá (proyecto PREMAREF)”, implementado por el MiAMBIENTE, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), y financiado por el Fondo Verde para el Clima (FVC).  

El FVC es un mecanismo financiero internacional, dentro de la CMNUCC, que ayuda a que los países en desarrollo puedan tener acceso a financiamiento para implementar programas y proyectos que contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y adaptarse a los impactos del cambio climático; por lo que su enfoque se centra en mitigación y adaptación.