1

¿Cómo ayudan los sumideros de carbono azul en la lucha contra la crisis climática?

 

  • La conservación, y manejo adecuado del carbono azul presenta una oportunidad única para impulsar las estrategias nacionales de desarrollo bajas en carbono, promoviendo el bienestar de las comunidades y la salud de los ecosistemas.  

 

Actualmente existe un creciente interés a nivel nacional en la investigación de otros ecosistemas considerados de carbono azul más allá de los manglares. Panamá, siendo un país con gran cobertura de sumideros de carbono (marino – costeros) reconoce que estos espacios son cruciales en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a la vez que incrementan la capacidad de adaptación ante los efectos adversos del cambio climático.

¿Cómo lograrlo?

Ana Domínguez, analista de cambio climático del Ministerio de Ambiente, expresó que se prevé la cuantificación de los flujos de carbono azul dentro de los inventarios nacionales de GEI, como parte también de los compromisos que incluyen la Primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN1) Actualizada de Panamá para cumplir el Acuerdo de Paris.

Esto, además de fomentar la investigación y el fortalecimiento de capacidades para mejorar así el entendimiento sobre las dinámicas ecosistémicas de estas zonas y su rol en la mitigación y adaptación de cambio climático, permitiría acceder a nuevas oportunidades de financiamiento para contribuir a su restauración, conservación y generando beneficios socio-económicos y ecosistémicos.

Además, bajo el diseño y puesta en marcha del Mercado Nacional de Carbono de Panamá que propone el Ministerio de Ambiente, se busca definir lineamientos técnicos y operativos de proyectos de carbono azul que busquen promover la conservación, uso sostenible y restauración de ecosistemas marinos y costeros en la República de Panamá, como sumideros naturales de carbono azul.

Actualmente, se revisan las mejores metodologías que aseguren la cuantificación medible, real y transparente de este tipo de proyectos bajo una perspectiva de integridad ambiental.

Vulnerabilidad

En 2017, de acuerdo a datos nacionales comparados con el Informe sobre Brechas de Emisiones del PNUMA, Panamá representa menos del 1% de las emisiones globales y aunque mantiene una condición como sumidero de carbono, no escapa de las amenazas climáticas.

De acuerdo al Índice de Vulnerabilidad Nacional, el aumento de nivel del mar, erosión costera, tormentas tropicales y huracanes entre otros, son fenómenos que se estarían presentando con mayor intensidad y frecuencia.

¿Qué es carbono azul?

El carbono azul, se refiere a los flujos biológicos y almacenes de carbono centrado en la vegetación marino-costera, los cuales pueden ser gestionados. Manglares, pastos marinos, marismas y turberas costeras representan los más importantes sumideros de este tipo de carbono.

El país cuenta con 183,773 hectáreas de manglar, según el Mapa de Cobertura Boscosa y de Uso de la Tierra de 2021. Justamente estos ecosistemas como los pastos marinos, marismas y turberas costeras, representan los más importantes sumideros del llamado “carbono azul”.

Datos como estos, avalan los resultados del Segundo Informe Bienal de Actualización (2IBA) para la lucha contra el cambio climático que evidencian a Panamá como un sumidero neto de carbono o carbono negativo.

Información al editor

  • Panamá es la nación con mayor cobertura en Centroamérica y la mayor variedad de especies de mangle del continente americano.  Se han reportado la presencia de 11 de las 65 especies puras identificadas en el mundo, además de la única especie de palmera adaptada al ecosistema de manglar, la Nypa fruticans.  En términos de almacenes de carbono, Panamá posee aproximadamente 1,4903,807 de toneladas almacenadas solo en los bosques de manglar.
  • A pesar de que los ecosistemas de carbono azul cubren menos de 0.5% de la superficie marina mundial, capturan carbono a una tasa anual de dos a cuatro veces mayor que la de los bosques tropicales maduros, además, almacenan entre tres y cinco veces más carbono por área.