CEDESAM promueve el “seikatsu kaizen” para lograr el desarrollo sostenible en las áreas rurales
El Ministerio de Ambiente, a través de la Dirección de Cultura Ambiental y el Centro de Desarrollo Sostenible Ambiental (CEDESAM), promueven el enfoque de mejoramiento de vida (Seikatsu kaizen), una estrategia holística de autogestión que puede ser aplicada en el plano personal, familiar, comunitario y hasta en el entorno laboral la permitir identificar y ejecutar acciones para solucionar problemas o potenciar ventajas utilizando, como primera instancia los recursos locales.
El “kaizen” representa un estilo de vida que requiere una reingeniería personal que permita cambiar el enfoque pasivo a activo y de ser receptor de beneficios e incentivos a ser gestores del propio desarrollo. En este proceso el dinero pasa de ser el objetivo principal a ser el medio para un bien superior que repercuta en lo que se convierte en el indicativo perfecto, ser feliz.
De dónde nace el enfoque de mejoramiento de vida (EMV)
El EMV existe en la humanidad como parte integral de su vida cotidiana. De hecho, cada avance en la evolución tiene como responsable una acción humana para mejorar sus condiciones. Es así como inventamos herramientas, armas, ornamentos y artefactos que facilitaran la vida cotidiana. De igual manera nos organizamos en comunidades y adaptamos, en conjunto, el entorno circundante para beneficios de todos. En nuestro país las juntas y los “pagos de peones” son un claro ejemplo de EMV aplicado en el plano comunitario.
No es sino a mediados de los años 20 del siglo pasado que, en medio de la industrialización, en Estados Unidos, emerge el concepto de economía doméstica el cual, básicamente consistía en “La incorporación del sistema de gestión científica racional de la fábrica conocida como Taylorismo al trabajo doméstico puede reducir la carga sobre las amas de casa y mejorar la vida familiar, en particular su salud y nutrición”. (Kozaki, 2015)
Después de la segunda guerra mundial, los japoneses institucionalizan el EMV como una política pública que promueve el desarrollo rural. Para esto creó un grupo de expertas en mejoramiento de vida (seikai san) que, conjuntamente con un extensionista agrícola promovían el desarrollo rural integral desde el entorno del hogar hasta los mecanismos de producción, mercadeo y comercialización.
El enfoque de mejoramiento de vida (EMV) en Panamá
El EMV no es desconocido en Panamá. Debemos recordar como hace unos años atrás, en nuestro país, los campos eran visitados por “mejoradoras del hogar” y extensionistas agrícolas que intentaban replicar el enfoque de mejoramiento de vida tal cual era concebido en esos tiempos.
Posteriormente, en el año 2005, la Agencia de Cooperación del Japón (JICA) inicia un proceso de capacitación en EMV con miras a formar la Red Centroamericana del Caribe y México de Desarrollo Rural Participativo (REDCAMdrp) que promueva el EMV como herramienta para un verdadero desarrollo sostenible ambiental.
El Ministerio de Ambiente, por medio de Centro de Desarrollo Sostenible Ambiental – CEDESAM crea y fortalece las competencias de la población rural en pobreza y pobreza extrema dentro del Plan Colmena en la autogestión y además, potenciar los recursos existentes para su desarrollo.
Se pretende que los beneficiarios de estas capacitaciones aprendan a valorar los recursos locales y que pueden elevar su percepción de felicidad identificando y realizando acciones para solucionar problemas sin que medie la inversión monetaria, o que sea mínima la inversión de este recurso o cualquiera de ambas pero que represente ganancia económica que puede invertir en otras gestiones de mejoramiento de vida.
El objetivo es haber comunidades resilientes, capaces de enfrentar puntos de inflexión económicas o naturales, que sean autogestoras de su propio destino y se conviertan en pequeños polos de desarrollo rural.
Ejemplos de EMV ya son evidentes en el plano comunitario en Bajo Bonito, en El Cacao de Capira y en el plano familiar en Quije, en Natá.
